Mahatma Gandhi manifestó “Más vale ser vencido diciendo la verdad, que triunfar
por la mentira”, reflexión que se impone como un paradigma para quienes aspiran
a ser los gobernantes de nuestro país, porque la democracia no puede funcionar si
en el ágora pública se pretende y se busca engañar al ciudadano en las
cuestiones fundamentales. De ahí la solicitud tan sentida de la comunidad por una
urgente recuperación de los valores en el contenido y la calidad del debate
político. Pero, observamos que a contrapelo de lo que debe ser, quien se anuncia
como el adalid de la lucha contra la corrupción, del sentido de servicio para el
pueblo y de la “democratización”, entre otras, no respalda su dicho con su actuar,
sino que a través de argucias, quizás, adquiridas en época pretérita, persigue
conseguir la voluntad popular para llegar a la presidencia, con olvido de que la
verdad siempre aparece.
Así, encontramos que Gustavo Petro para obtener una cuantiosa suma
proveniente de los dineros del pueblo colombiano se presentó a una consulta que
era completamente innecesaria, pues, de antemano se conocía que era el único y
seguro ganador, esa victoria era publicitada de tiempo atrás por los medios de
comunicación, las encuestas y la comunidad. Entonces, ¿puede creérsele que va
a pugnar por las clases menos favorecidas, cuando se “embolsilla” el patrimonio
estatal por sí y para sí, privando a aquellas de los beneficios que esa no
despreciable cantidad les podría proporcionar? Esa es la retribución de riqueza
que ofrece.
Ahora, analizando las propuestas que formula como el salvavidas de la sociedad,
lógica y realmente se encuentra que ningún provecho traerán para los
gobernados, más bien serán fuente de problemas. Por ejemplo, sin detenerse en
los ingresos que percibe el Estado por cuenta de la exploración, explotación y
exportación del petróleo y de los hidrocarburos, en general, anuncia que acabará
con tales, sin mencionar siquiera cómo o por qué serán sustituidas esas rentas
para “fondear” el presupuesto nacional. El tren elevado para conectar el puerto de
Buenaventura con el de Barranquilla, no pasa de ser una quimera, la Cámara
Colombiana de Infraestructura ha puesto en evidencia lo errático de ese
planteamiento. Otro tanto sucede con la reforma del Banco de la República, frente
a la cual el presidente de Anif expresó se trata de “una propuesta engañosa,
peligrosa y que surge de una clara ignorancia sobre el tema”. Y una más de esas
perlas, entre las muchas que ofrece, es la referente a las pensiones, la que
conlleva la “expropiación” de los dineros ahorrados por los trabajadores, no
obstante insistir en que no “expropiará”, a más que puede constituir un delito de
pánico económico. Cabe recordar que propuesta en ese sentido arruinó a la
Argentina y provocó el famoso “corralito”. Acierta Asofondos, a través de su
autorizado vocero Santiago Montenegro, al rechazar categóricamente los
mentirosos planteamientos.
Es tan evidente como falsea la información que hasta llama públicos a los ahorros
privados. Su monstruosa afirmación sobre comisiones del 30% provoca caos y
malestar, cuando es claro que se trata solo de 3%, como lo dispone el artículo 7
de la ley 793 de 2003. Su atrevimiento llegó al colmo de difamar a los fondos de
pensiones cuando aseveró sin rubor alguno: «Un 22 % de lo que ese cotizante
ganó como último salario es lo que recibe en un fondo de pensiones privado», lo
que es contrario a la realidad. En los fondos privados 8 de 10 pensionados
reciben, en promedio, 8 % del último salario y los de pensión mínima reciben el
100%.
Como vemos la campaña de Petro se basa en falacias, las que no son pequeñas,
y contrario a las bondades que predica pueden llevar al país a la hecatombe.
Ni en el imaginario de Gabriel García Márquez en Macondo sería de recibo decir
que los fondos han saqueado al Estado. Ignorancia crasa e invencible? O quizás
mala fe?
Extraña que Asofondos no inicie acciones ante la muy grave afectación causada
por el sujeto de marras. En los videos de sus intervenciones hay claras pruebas de
que no solo ha confundido a la opinión pública, sino que también ha perjudicado a
los ahorradores, es decir, a quienes no forman parte de la “primera línea”, sino que
contribuyen con el progreso de Colombia.
Y en esa “línea” de contrariar la verdad, a sabiendas que se conocen los
responsables, tiene el atrevimiento y el cinismo de acusar a los camioneros de
haber bloqueado las vías durante los paros del año pasado. Esto es
completamente falso y por ello ha sido desmentido por Colfecar. La opinión de
analistas y comentaristas deja en claro que la izquierda radical juega al manejo de
las narrativas.
Petro, en cambio, si ha cumplido con su promesa de “movilizaciones
permanentes” para hacer oposición y todos los colombianos de bien hemos sido
víctimas de las mismas, es un mal perdedor, condición que desde ahora lo lleva a
pregonar que habrá fraude en las elecciones, declaración por completo
irresponsable e incendiaria. Sin duda será responsable de las desgracias que
puedan ocurrir pues, como manifestó en el foro de Semana y El Tiempo: «Si hay
evidencias de fraude detectadas por la ciudadanía no aceptaría el resultado.»
En materia electoral existe la figura de los testigos, los cuales ponen en
conocimiento de los jurados y de las autoridades cualquier irregularidad que se
presente. Lo propio ocurre en los procesos de escrutinio posteriores a la votación.
Petro extendió varias quejas en su cuenta de twitter, entre otras las siguientes:
https://twitter.com/petrogustavo/status/1503794311544066064?s=24
https://twitter.com/petrogustavo/status/1503793322116141063?s=24
https://twitter.com/petrogustavo/status/1503706193813983234?s=24
Sea como fuere ¿debe ser la mentira una cuestión tolerada y, quizás, en mayor o
menor cantidad aceptable en el debate político? ¿O es una forma de agresión y
arbitrariedad que, por políticos como Petro, se utiliza contra los ciudadanos?
Pildorita Uno: La historia reconocerá y admirará el gran discurso que dirigió al
Congreso de los Estados Unidos el Presidente de Ucrania, Volodimir
Oleksándrovich Zelenski, el pasado miércoles 16 de marzo de 2022. Fue tan
contundente y sentido, que al final, de pie, aplaudieron republicanos y demócratas.
Confiemos que no le olviden y le apoye la súper potencia del norte.
Pildorita dos. Felicitaciones al Dr. Oscar Iván Zuluaga por ese gesto de renunciar
a su aspiración y apoyar la campaña de Federico Gutiérrez. Le enaltece y muestra
la real casta de los caldenses.
Bogotá, D.C., marzo 19 de 2022
BERNARDO HENAO JARAMILLO
Columnista de Opinión